Esto es por lo menos muy coincidente y real, la fragilidad de muchos campos energéticos a estas energías electromagnéticas, que son los de la fuerza de la voluntad, pero al mismo tiempo son entrenamientos para saltar a niveles más avanzados de evolución como raza; en los procesos del desarrollo de la buena voluntad y de la voluntad del bien, como éste, el aprendizaje es duro y muchos individuos quedan en el camino, pero la humanidad da un salto para estar a la altura del cuerpo del planeta, cuyo SER, está en un proceso evolutivo en el cual está pasando de su conciencia de supervivencia básica, el desarrollo para mí y el poder para manipular a los otros y tener mi seguridad sin inclusividad, al desarrollo de su conciencia reflexiva donde no se abandona la individualidad, pero se pone reflexiva y conscientemente al servicio de los otros con voluntad de bien.
Eso por supuesto implica llegar a una economía TODOS PONEMOS, TODOS GANAMOS, que parece habernos llegado súbitamente, pero no es tan súbita si observamos que en 2008 ya una economía enferma murió cuando explotó la burbuja, y en vez de generar una economía más humanista, revivieron el muerto con lo mismo que lo había matado, o sea inyectaron dinero a los bancos centrales. Eso hizo que el Zombi económico a partir de ahí desvitalizado, tuviera que morirse del todo algún día, y eso de pronto es lo que estamos viendo ahora, generando procesos de solidaridad desde los más pequeños en el acompañamiento social a los más necesitados, pasando por sensibilizaciones de las empresas y gobiernos a propuestas solidarias con sus clientes, hasta expresiones en ese sentido de las grandes economías mundiales cuando se den cuenta que es un asunto de supervivencia para ellas mismas.
Aquí tenemos una gran labor desde la conciencia los que hemos generado desde hace un tiempo una propuesta de vida, que sin abandonar la maravillas que nos ofrece el desarrollo, optamos por una vida de moderación y de servicio, generando propuestas de redes grupales de aprendizaje, de sanación, de tecnologías apropiadas que nos permitan generar masa crítica y poder en estos tiempos caóticos; encontrar algunas posibilidades de nuevo orden para impulsar el salto necesario a nuevas visiones y quehaceres más humanistas y de exploración y desarrollo de la mayor tecnología con la que podemos contar en este momento que es la de la realidad del SER que somos y que pudiera expresarse en la personalidad de una manera real, contundente y creativa, generando soluciones concretas si vamos haciendo la labor de los portales del alma.
La transición entonces será más o menos dolorosa, pero nos corresponde tomar una actitud proactiva y más de aprendiz que de víctima, para que nos convirtamos en parte de la solución y dejemos de ser parte del problema.
Tenemos las herramientas amigo, pongámoslas en práctica.
¡¡¡Un gran abrazo de corazón!!!
❤?
Jorge A. Montoya
www.sintergetica.org