“Una nación que gasta más dinero en armamento militar
que en programas sociales
se acerca a la muerte espiritual”.
Martin Luther King,
Vivimos en un mundo de abundancia enorme, poseemos los recursos financieros y tecnológicos para que todas las personas puedan gozar de una vida digna, con las necesidades de alimentación, vestido, salud y educación satisfechas. El Día Internacional de la Paz está situado en el momento en que las energías del Equinoccio traen a la tierra los dones del equilibrio y la justicia. La eficacia de la meditación para anclar esas energías superiores en el plano mental y emocional produciendo una enorme mejora en el comportamiento está científicamente demostrada. Uno de los estudios significativos fue realizado por John Hagelin, Doctor en física por la Universidad de Harvard. Dado que la meditación es sinónimo de reducción de estrés y la violencia correlaciona con el estrés, la hipótesis del estudio llevado a cabo en Washington DC, por el Dr. Hagelin fué que 3.750 meditadores practicando juntos podrían bajar los indices de criminalidad de la ciudad entera. Un estudio científico no se guía por percepciones místicas. La variable estudiada era el índice semanal de crímenes violentos, ( tal como lo mide el Informe del Delito del FBI). Los indices delictivos durante el período de ejecución del ensayo fueron ofrecidos por el Departamento de Policía Metropolitana del Distrito de Columbia, los datos a comparar de otros períodos también. Los resultados indican disminución de los delitos violentos alcanzando un índice del 23.3 % cuando el grupo de meditadores era mayor. La probabilidad estadística que este resultado fuese fruto del azar, es de 2 en 1.000 millones.
Somos cientos de miles de personas meditando en el mundo hoy en día, los motivos para el optimismo existen y cuanto más nos orientamos espiritualmente más pruebas de la asistencia de fuerzas benéficas tenemos.
Todos nos preguntamos: ¿Acaso es posible hacer algo, desde casa, para que la paz sea? ¿Podemos producir un efecto contundente a distancia con sincronizarnos en el tiempo aun no estando en el mismo lugar? ¿Es posible aliviar a los cientos de miles de ciudadanos que se ven cerca de perder la vida, la familia, su comunidad? ¿Es realista pensar que unidos podemos influir en detener la agresión y evitar el Karma en el que incurrirán los agresores? La respuesta es un SI rotundo a todas ellas.
Cada uno de nosotros tiene ya sus formas de ayudar, dando dinero a las ONG que se ocupan de aliviar a los niños, los desplazados, los heridos; con creaciones artísticas que favorecen la paz; con conferencias, reuniones, grupos de ayuda, etc. Si a ello añadimos una meditación grupal mas sistemática, el efecto será poderoso. Ya hay muchos grupos en el mundo meditando en luna llena y nueva, unirse aumenta el voltaje de luz que ellos hacen circular. Los viernes de noche son el momento en que se realizan ceremonias en los Grandes Ashrams, las energías de Venus fomentan el amor, la concordia, la armonía. Los Jueves son días de sanación, las energías de Jupiter están presentes y es posible unirse a invocar la salud para todos los que sufren. Los domingos son propicios por la energía del sol que abre el corazón (y nos llama desde dentro a unir la voluntad personal a la voluntad de Dios).
Además de observar esos días, es posible convocar un pequeño grupo de amigos y acordar un horario para pronunciar todos la Gran Invocación, manteniendo un contacto mental vivido; hacerlo seria muy poderoso. El grupo puede aumentar su cohesión reuniéndose on line o presencialmente cada 15 días a leer alguna texto sagrado. Los libros del Maestro Tibetano ( a través de Alice Bailey) REFLEXIONEN SOBRE ESTO y SIRVIENDO A LA HUMANIDAD son un tesoro.
La oración por el bien de todos realizada con un corazón conmovido, convoca una fuerza superior, una inteligencia y un amor superiores que producen efectos concretos de aliviar, restaurar, reconducir. En la oración se tiende un puente entre el corazón del que invoca y los planos donde el amor espiritual y la inteligencia espiritual existen en abundancia, ese puente permite que el alivio, la paz, la esperanza, incluso la inspiración nutran las mentes y los corazones de otros seres.
Desde “Construir un Mundo Mejor” los invitamos a meditar diariamente pronunciando LA GRAN INVOCACION y elegir el jueves, el viernes o el domingo para esta sencilla meditación guiada. Lo importante no es seguir esta meditación, es meditar regularmente cada cual con su estilo, es orar desde lo mas profundo del corazón conmovido, es visualizar la red de miles de otros meditadores de todas las naciones y los credos uniéndonos en nombre de la vida y la paz.
La transición que como humanidad vivimos, no tiene precedente. Estar encarnado ahora es un gran privilegio. Si nos unimos veremos cambios extraordinarios en un tiempo récord.
Que la paz por la que muchos dieron la vida en el pasado, sea centro de nuestra existencia hoy.
Isabella Di Carlo