11 de agosto: Aniversario del nacimiento del Maestro EK, 12 de agosto: Aniversario del nacimiento de H.P. Blavatsky.
El Maestro EK nació el 11 de agosto de 1926 en horas de la tarde, alrededor de las 17:30 horas. Alrededor de 11 horas después del nacimiento del Maestro EK, pero 95 años antes, Madame Blavatsky nació el 12 de agosto de 1831. Por lo tanto, conmemoramos sus cumpleaños juntos.
Ambos llevaron una vida de pureza y de disposición incondicional al servicio del Plan. Fueron grandes mensajeros de la Jerarquía y siguen iluminando a la humanidad a través de sus enseñanzas y su ardiente aspiración.
La tradición de conmemorar los cumpleaños de los Grandes fue mantenida y fortalecida por el Maestro KPK. A través de sus descripciones, creó una vívida experiencia de la esencia de Madame HPB y del Maestro EK. Describió sus profundas cualidades y, de este modo, nos hizo sentir su presencia y su continua inspiración
Mensaje del Maestro KPK en la Celebración del Cumpleaños del Maestro EK, 11 de Agosto, 2020
En uno de sus poemas, el Maestro EK habla de las cosas en las que uno puede quedarse atascado y olvidar lo Divino. Puede ser la familia, puede ser la riqueza mundana, puede ser el conocimiento y así sucesivamente. Aunque el Maestro EK tuvo una vida muy esplendorosa, no se atascó en nada. Veía todo como una gracia Divina.
El Maestro EK solía ser muy cauteloso de no atascarse en la fama, propiedades y demás. Evitaba a las personas que le hacían perder el tiempo y siempre se aseguraba de que el trabajo se realizara. No se aferraba a nada ni a nadie.
Observé de cerca cómo trataba a las personas en función de sus necesidades. Tenía el valor de evitar incluso a las personas con poder porque creía que sólo debía seguir la voluntad divina y nada más. La razón por la que accedía o no a reunirse con alguien solía ser misteriosa. Se mantenía cerca de aquellos que tenían una aspiración Divina y de aquellos que se relacionaban estrechamente con él. Pero pasaba tiempo con cualquiera sólo en la medida necesaria, ni más ni menos. Aunque procedía de una familia muy ortodoxa con muchas tradiciones, sólo seguía lo más esencial y dejaba el resto porque creía que la Divinidad es más importante que la tradición. Para él, tener la gracia de la Divinidad es más importante que cualquier otra cosa. Esto es lo que nosotros también debemos comprender.