Todos anhelamos la Paz, sabemos con mayor o menor claridad que sin ella la alegría no es posible y la felicidad no es duradera. La alegría refiere a un estado de levedad y expansión independiente de las condiciones externas, denota conexión con el alma. La felicidad es la satisfacción de deseos y anhelos, refiere a los períodos en que las condiciones externas son favorables.
Cuando tenemos paz la levedad perdura aunque las condiciones generen cansancio, decepción o tristeza. Cuando tenemos paz somos nuestra propia compañía, ya que en nuestro diálogo con nosotros mismos hay amor, paciencia y tolerancia.
¿Como cultivar la paz? Cultivando la Resiliencia esa soberana condición interna que nos permite dejar de vivir el conflicto como conflicto y pasar a vivirlo como oportunidad. La aceptación, ingrediente esencial de la resiliencia, permite que la energía no quede secuestrada y podamos ascender. Ascender es crecer. Crecer es liberarse. Liberarse y liberar a otros, es la invitación detrás de todo cuanto sucede.
Os invitamos a una serie de reflexiones sobre el Silencio, la Paz y la Buena Voluntad en preparación al MINUTO GLOBAL DE SILENCIO POR LA PAZ que tendrá lugar el 21 de Diciembre a las 21 hs GMT.
Contribuir a aliviar el sufrimiento del mundo está a nuestro alcance. Unidos podemos lograr mucho más de lo que nuestro intelecto imagina… Dejemos que nuestro corazón – lugar de verdadera fortaleza – nos lo diga, mientras nos preparamos para el encuentro del 21/12.