RECITACION DESDE LA INDIA

REFLEXIÓN SOBRE LA SITUACIÓN GLOBAL

Invoco mi ser

abriendo mi alma

para pedir bendiciones a un mundo que sufre.

Son todos y tantos los sufrimientos que siempre acompañan al mundo,

que nunca hubo un mundo que no estuviera sufriendo.

Invoco mi ser

a un mundo que no quiere seguir sufriendo

A un mundo que debe de ser distinto, completamente distinto a como ha sido hasta ahora.

Invoco mi ser

a un mundo que tiene que aprender a no abrir puertas infernales,

a creer más,

a saber combinar la fe y el conocimiento.

Invoco mi ser

para que el mundo cierre las puertas infernales

Que cierre la puerta de lobha,

Que cierre la puerta de la codicia,

Que cierre la puerta de moha,

Que cierre la puerta del apego, de la lujuria,

Que cierre la puerta de krodha, del resentimiento.

El mundo tiene que empezar a cancelar,

a no seguir igual,

a no guardar,

a olvidar y perdonar.

El mundo tiene que valorar la dignidad humana,

abusamos del cuerpo de otros y abusamos de nuestro cuerpo.

No hay nada pecaminoso en la sexualidad, lo que es pecaminoso es la degradación,

nos convierte en nada y destruye nuestros sentimientos.

No hace falta definir mucho que es la lujuria,

la estamos viendo en todas partes;

el mundo tiene que aprender,

tiene que aprender a no aprovecharse del infortunio,

no hay codicia más miserable que la codicia en la desgracia,

cuando todo el mundo está sufriendo

cuando todos sufrimos como un mismo mundo,

es ahora cuando debemos de aprovechar y tener la oportunidad de aprender a ser honestos, sencillos y honestos.

Las desgracias nunca vienen solas

viene con más desgracias;

si nuestra mentalidad no se prepara para el dolor,

nunca podremos vencer el sufrimiento en nuestra mente,

el sufrimiento no se confronta sólo con el sufrimiento,

siempre tiene que haber un horizonte donde podernos dirigir,

tener recursos,

hasta que viene la desgracia global o la desgracia personal.

Pensamos que las metas del horizonte podemos lograr,

simplemente añadiendo herramientas a nuestra vida,

quitando y poniendo cosas horizontalmente,

pero cuando viene la desgracia global,

cuando viene el sufrimiento personal completo,

cuando todas las puertas se cierran y no se ven salidas,

es cuando debemos de pararnos, respirar y pensar, no de cambiar cosas, sino cambiarnos a nosotros mismos.

Desnudar nuestra personalidad, quizás es fallida, quizás no vale,

quizás no es la apropiada ya, quizás valió.

No sabemos qué mundo va a quedar después de esta desgracia que nos asola,

saldremos millones a la calle al mismo tiempo,

llenaremos calles y  plazas como en las fotos que vemos cuando el gran mal mundial de la  guerra;

después de la Segunda Guerra Mundial las personas salían a las calles a abrazarse y besarse,

saldremos ahora de nuestros nichos,

de nuestras casas que son entre sepulcro y prisión de confinamiento,

y para algunos más inteligentes, descanso del personaje y un retiro para tomar conciencia.

Y cuando salgamos abriremos y arrancaremos el mundo,

como un automóvil que lo hemos dejado parado,

y después de largo tiempo aún lleno de polvo, andamos;

quizás falle un poco la batería,

pero con un poco más de energía saldremos adelante.

¿Empezaremos y encontraremos el mismo mundo que hemos dejado?

Creo que no.

Estoy convencido de que no.

Estoy convencido de que no nos van a permitir encontrar el mismo mundo.

Estoy convencido de que no nos lo deberíamos permitir a nosotros.

La naturaleza está llena de virus y de cosas;

vivimos inmersos en un mar invisible de muerte y vida.

Por qué asustarnos?

Por qué extrañarnos?

El problema es que nuestra sociedad de progreso y sin evolución, ha fallado.

Y viene fallando sistemáticamente en su propio planteamiento de progreso.

Una sociedad sin justicia social,

sin plataforma de evolución del alma,

una sociedad que ve al hombre como producto,

y como un engaño de creer que el hombre era lo que la sociedad de consumo en sus inicios.

Era el que producía , era el productor, y consumía,

y tenía cierto gobierno sobre sí mismo en la elección.

La globalización ha quitado la fuerza de voluntad y el gusto propio;

ni tan siquiera se cuestiona y se averigua porque estamos hipnotizados con un mismo gusto y una misma voluntad.

Hay un gran problema,

no solamente hay un virus covid19,

hay muchos virus y aún más poderosos que éste.

Están en nuestro corazón y en nuestra inteligencia.

Amigos esto no va bien!

Pero puede ir mejor!

No solamente cuidar vuestro cuerpo,

tenéis la oportunidad de cuidar vuestras mentes y ver vuestras almas.

Pensad en vuestros pecados,

pensad en vuestras miserias.

Que ni tan siquiera el deseo de vivir y sobrevivir que ahora es tan acuciante,

y por lo cual estamos en casa, adentro, nos nuble la vista de lo que tenemos que estar viendo.

No tenemos un problema,

somos el problema,

somos el gran problema.

El Dharma se ha quebrado,

se viene quebrando hace mucho tiempo.

Hemos roto y cruzado la línea roja de protección.

Estamos en buen adharma, en un sólido adharma,

en un silencioso e invisible Mahaasura (demonio) que nos está manipulando.

Ahora es el momento de cantar Rama,

el momento de poner a Rama en nuestro corazón junto con Sita,

de poner alma y a Dios juntos, casados, unidos en nuestro corazón.

Es el momento de ser yogis, de ser devotos, serviciales devotos, de ser psíquicos filósofos.

Es el momento de implorar a la shakti

de implorar a la madre, al poder.

Pronto, pronto tendremos Navaratri,

tiene que ser el más sagrado,

el más profundo,

el más introspectivo de todos los Navaratris.

India está llegando al momento de la decisión,

Europa está llegando al momento del epicentro de la crisis, y se tiene que revertir.

El resto del mundo está sufriendo de muchas maneras,

y otros dicen que ya conocen el remedio para el sufrimiento.

Sin duda será bienvenido porque necesitamos libertad.

Ojalá no nos priven de más libertad,

ojalá no vivamos bajo el miedo de virus 20 o 21.

Yo os animo a ser más yogis que nunca, sólidamente yogis,

sólidamente canalizadores de la fuerza divina para bendecirnos y bendecir a todos.

Somos los canales de la gran oportunidad.

Tenemos que trabajar para todos

en una conciencia unificada,

en nuestra paz mental.

De nuestra capacidad de captar la shakti, la bendición, podremos irradiarla a otros.

Este virus se cura de muchas maneras.

Y hay una que es troncal que es nuestra miserable manera de ser.

Somos destructores codiciosos,

vejamos la dignidad humana de muchas maneras.

No valoramos nuestra energía.

No valoramos nuestra fuerza.

Somos rabiosos, violentos,

que consagramos nuestro ego, en soberbia, en rabia, que hasta la vivimos somatizándola.

Salgamos del Naraka,

salgamos del infierno del hombre,

salgamos por las puertas por las que hemos entrado,

Krodha, moha, lobha,

cólera, apego y codicia.

OM TAT SAT

Swami Shankaratilaka

Director de la Escuela Védica Omline

Escuela Védica Omline

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